domingo, 24 de octubre de 2010

Calabaza al horno.


Para hacer al horno, las calabazas más dulces son las redondas. Se precalienta el horno a máxima potencia durante 20 minutos, mientras se corta la calabaza en dos, lo más simétricamente posible. Se riega con un chorrito de aceite de oliva y se esparce una generosa dosis de azúcar (puede ser sustituído por miel si nos gusta más). 


Se saca la bandeja del horno y se introduce la calabaza envuelta en papel de plata, de esta manera el azúcar que se haya caramelizado se puede recuperar. Como esta era enorme, la he tenido una hora y media haciéndose (lo más efectivo para saber cuando está en su punto es pincharla con un palillo, si entra fácil es que ya está cocida). Entonces se destapa y se deja media hora más para que se tueste un poco por arriba. Al tratarse de dos mitades, hay que ir intercambiándolas de lugar cada media hora, y a la hora del tueste, cada cuarto. De esta manera las dos reciben la misma temperatura a la vez.

Potaje de garbanzos


Hacía tiempo que en casa me reclamaban un potaje, así es que estuve mirando recetas por aquí y allá sin dar con alguna que me convenciera demasiado, finalmente pensé que no debían de hacer falta tantos ingredientes para hacer un buen potaje, así es que decidí utilizar los básicos e imprescindibles, así lo hice: tendremos que haber puesto en remojo los garbanzos la noche anterior (para 4, medio kilo), siempre deben permanecer cubiertos, así es que por la mañana si estos la han sobrepasado se añade más agua.

Bien, se lavan y se meten en una olla express, llenando de agua así como unos tres dedos por encima, se echa la sal y se dejan al fuego. En el momento en que empiece a silbar la olla se cuentan 30  minutos, pasado este tiempo ya están hechos los garbanzos. Se abre la olla de nuevo y se introduce media gavilla de espinacas lavadas sin tallo con las hojas troceadas así como 4 patatas medianas cortadas al gusto, una vez vuelva a silbar la olla, se baja el fuego y se mantiene un cuarto de hora más al fuego.

Mientras en una sartén, se sofríen los chorizos -para potenciar el sabor del guiso también añadí un trozo de chorizo picante de los que venden en sarta- unos piñoncetes, tomate y sal. Todo bien rehogado. Cuando ya esté la patata, se vuelca el sofrito en la olla, removiendo con suavidad para que no se partan las patatas. That's all folks!! Buen provecho.